Liderazgo en entornos cambiantes
Es posible alcanzar la excelencia en el liderazgo si logramos extraer y, lo más importante, llevar a la práctica las características que debe tener un líder en el contexto socioeconómico actual. Lograrlo es un proceso individual, pero no necesariamente es un camino solitario. Se puede contar con formación, apoyo y asesoramiento para entender el necesario salto entre ser un líder y ser un simple jefe.
El proceso para conseguir alcanzar la excelencia en el liderazgo depende principalmente de tres variables.
- La primera es definir cuáles son los retos a los que se enfrenta un líder en contextos cambiantes y complejos.
- Otra clave es conocer en qué consiste un modelo de excelencia de liderazgo, para lo cual es necesaria la experiencia del trabajo con numerosos líderes empresariales y directivos.
- Y tercer punto es conocer las características distintivas del líder del siglo XXI. Las principales cualidades que debe reunir un líder son su capacidad de crear futuro; escucha a sus colaboradores; sabe persuadir; trabaja en equipo; sabe relacionarse; es innovador y versátil; es flexible y diplomático en la misma medida que asertivo y firme; tiene autoconfianza; gestiona eficazmente el tiempo; es optimista; y tiene un buen equilibrio emocional.
Existen muchas definiciones de liderazgo, pero podemos entender que lo que hace que una persona llegue a ser líder es la disposición de la gente a seguirla; además, las personas tendemos a seguir a quienes nos ofrecen los medios para satisfacer nuestros deseos y necesidades. El liderazgo es un proceso en el que una persona influye en otras para que cumplan una serie de objetivos y dirige la organización de un modo que la hace más coherente y cohesiva. Los líderes llevan a cabo esta tarea utilizando sus atributos de líderes. Es decir, una persona puede estar al mando en una empresa, pero eso no la convierte necesariamente en líder. No es lo mismo ser un jefe que un líder. El jefe puede lograr que los demás realicen sus tareas por obediencia, dinero, miedo a perder el trabajo, etc., mientras que el líder consigue que sus seguidores lo hagan porque lo desean.
En un entorno muy cambiante como el actual, muchos se preguntan si los líderes poseen las cualidades necesarias para afrontar estos cambios con éxito, por lo tanto, el liderazgo es uno de los grandes retos a los que se enfrenta cualquier profesional que dirige equipos humanos y organizaciones. El capital intelectual (información, inteligencia y conocimiento) y emocional (confianza, empatía y relaciones) deben ser nuestro factor estratégico de competitividad en un mundo cada vez más dominado por los sistemas de información y en una economía de servicios. Nos encontramos en plena era del conocimiento, de la revolución tecnológica, de la globalización y de alta velocidad de cambio.
En adelante las empresas que sobrevivirán al futuro serán las más competitivas, eficientes e innovadoras y que ofrezcan un mejor servicio y aporten mayor valor a sus grupos de stakeholders. Por tanto se convierte de vital importancia el ser capaces de gestionar al mismo tiempo dos polaridades o dos elementos contradictorios de un modo eficiente. Por un lado, se debe poner atención en el corto plazo para reducir los riesgos y crear estructuras fiables. Se requiere además no perder de vista el largo plazo y crear entornos donde las personas innoven y haya posibilidades para explorar otras alternativas.
Como conclusión y citando al pensador de Management Jim Collins, las características distintivitas de un líder son creatividad, disciplina y paranoia, pero también humildad, coherencia y, sobre todo, respeto por la gente.
Gabriel Ferrer Socio Director de Aquora Business Education
Twitter: @Gabriel_Ferrer_